
Silencio roto en el amanecer, pequeña que muda quedaste, que no me mirarás ya más desde tu cárcel, caíste pequeño ángel, te fuiste y les dejaste.
Le observo y veo a su alma llorar, te busca en un mundo que ya no es el tuyo, llamándote paciente con la esperanza de que volverás y podréis volver a jugar y no ser uno solo jamás, su rosa verde de alma animal y te busca y yo lloro sin llorar, una lágrima derramo en su lugar, hoy noviembre vuelve a llover esta vez sólo para vosotros, lluvia triste en un día gris.
Hoy el cielo no es como tu, este azul grisáceo de luto que nos cubre y el sol tímidamente la viene a despedir.
La observo y hoy no es feliz a que poco se puede querer. Y la vida juega un poco con todos otra vez, y todo pasa y nada queda, y todo queda y nada pasa...
Pues ahí fuera quedas, inerte, escondida tristemente, y él detrás de la ventana por la que te fuiste, te siente.
Perdón por tan mediocre tontería. Tal vez sea absurdo, qué se yo. Las personas hacemos unas cosas tan raras...
S.