
¿Que haces aquí en esta mañana de Otoño si todavía no pasó el verano? Hojas caen junto a mis lágrimas silenciosas... Tal vez es que vienes a llevarte mi tristeza para que pueda sonreír en este día gris, para que pueda respirar y olvidarme de la realidad, pero por la noche vuelves con tu manto negro a mancharlo todo, me cortas la respiración, me oprimes el pecho, de angustia me ensucias y me saltas las lágrimas que no siempre han de caer por el rostro. Hoy es por la mañana, tal vez mañana no vengas, pero sé que de cuando en cuando vienes para que no me olvide de ti... no hasta que sea capaz de controlarte, de enfrentarte y de dirigirme con pulso firme y ser valiente.
Aquí en el prado te estoy esperando, con mi vestido azul que ondea al viento, sentada en la húmeda hierba, esperando que vengas por mi, te esperaré en nuestro valle mirando tus montañas que ya son nuestras, pero ahora tu estas al otro lado de éstas y no se si estas dispuesto a escalarlas para recoger a tu muñeca, la que en el valle junto al Ara te espera. Pero aquí estará esperando cada dia una parte de mi, por los sueños que soñamos juntos, por tu mano apretando la mia. Pero yo soy una Driade, no solo una muñeca.
Buscando sueños que escribir, escribirlos para que el cierzo no me los robe mientras duermo, deseos nuevos que acompañen a los viejos y no darme por vencida, tarde o temprano llega tu hora, nunca abandones un sueño.
En mi pequeño cuaderno hay muchos dibujos, bonitas historias y tristes recuerdos. Todos me hacen sonreir al verte, mi niña, con tus sueños y juegos, como creciste conmigo, tu que solo soñabas y soñabas vivir, que la realidad te tocaba pero no te dañaba y todavía sigues ahí y aunque no te olvido se que a veces me alejo de ti, perdoname pequeña por no siempre hacerte reír.
S.
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